jueves, 4 de julio de 2013

La Universidad No Es Para Todo El Mundo

La Universidad No Es Para Todo El Mundo

Hay muchas personas que encuentran ésta idea como algo de sentido común, pero éste post no está dirigido a esas personas. Yo quiero dirigirme principalmente a todos aquellos jóvenes confundidos que están a punto de salir de bachillerato y  todavía no saben qué estudiar y aquellos que, ya estando en una carrera universitaria, no saben si continuar o cambiar de carrera.

Mi blog es acerca del entretenimiento, pero de vez en cuando trataré temas un poco más serios. Ésta vez trata sobre la educación superior, algo que para muchos jóvenes es una obligación tener ya que sienten que la sociedad o la familia los empujan a seguir una carrera profesional universitaria.

El título del post es claro y encierra una cruda realidad. La universidad es algo que no es para todos, pero aún así, la mayoría de los pocos bachilleres que pueden costearse una educación superior optan por la carrera universitaria, sin pensar o sin encontrar otras opciones más acordes a sus talentos y habilidades, lo cual, en muchas ocasiones (y estadísticamente es en la mayoría de las ocasiones), termina siendo un desperdicio de tiempo, dinero y de talento.

La educación básica y media es algo que absolutamente todos deben tener. Sin embargo, creo que la educación superior es un poco más compleja que eso. Todos tienen distintas aptitudes e intereses y en muchos casos, las universidades les quedan pequeñas a muchos jóvenes que sueñan emprender en grande. La mayoría de universidades, no apoyan o tienen esfuerzos descoordinados y pobres para las ideas nuevas y el avance científico. Muchas "universidades" buscan parir "profesionales" a una sociedad que, queramos o no, tiene una capacidad muy limitada para emplearlos a todos.

¡El mejor día de nuestras vidas!... Si es que encontramos empleo...

No existe un mercado ilimitado. Las sociedades tienen un límite de lo que necesitan en cada rubro y de lo que sobra. Las universidades están inflando una burbuja de profesionales que en algunas ramas ya explotó. Muchos jóvenes profesionales, como yo, encontramos frustrante el ambiente profesional, tanto como para encontrar un trabajo que llene nuestras expectativas como en la estabilidad laboral, sin mencionar la justa remuneración salarial. Muchos jóvenes, cansados de ello, encontramos la felicidad en un oficio (mi profesión es Ingeniero, pero mi oficio es la fotografía), un técnico o un diplomado.

Soy profesional... ¿Y ahora qué?

Los jóvenes tienen la idea equivocada que lo que se escoja tiene que ganar mucho dinero. Muchas universidades mercadean sus servicios de manera equivocada, informando equivocadamente a jóvenes que, ya están mal informados, y le dicen si no eres "profesional", no eres nada. En nuestra sociedad, vemos a los oficios como algo denigrante. Algo reservado para la gente con poca educación, que no tiene de otra o fracasada que no logró nada en la universidad, cuando en muchos países del primer mundo, es algo que incluso puede ser más rentable que una carrera universitaria, además que reciben igual respeto que alguien que posee un título universitario.

Es cierto que en la realidad de nuestros países, existe una gran cantidad de personas que ejercen sus oficios y que lamentablemente no han terminado la escuela o que cumplen con algunas características de los estereotipos que tenemos sobre ellos. Es una realidad que se da gracias a la misma situación económica y de educación de nuestros países, sin embargo, con un poco de capacitación, éstas personas pueden mejorar sus servicios y encontrar nuevas formas de negocio que incrementen su rentabilidad. La falta de mano de obra certificada y calificada es lo que en gran parte mantiene ésta visión arcaica y denigrante de los oficios.

No estoy diciendo que las ramas profesionales son malas o que son para morirse de hambre, sino que éstas no son para todo el mundo y que de ser escogidas, debe ser porque sea algo que va a hacerte feliz haciéndolo y que a su vez, sea algo que produzca un bien a la sociedad. En nuestro sistema educativo no se enseña los jóvenes que la sociedad no espera con grandes cheques ni posiciones administrativas reservadas para cada uno de ellos, sino que la sociedad solamente te recibe con una pregunta:

¿QUE TIENES PARA OFRECER?

Lo que se escoja debe ser algo que sirva para las personas, algo que la gente NECESITE y proveer UN SERVICIO ÚTIL Y POSITIVO QUE BENEFICIE A LAS PERSONAS. El éxito y el dinero vienen por inercia si vas acompañado de ésta idea. Si vas a estudiar algo en la universidad, que sea algo que te llene de felicidad hacer y que provea algo de provecho para la sociedad. Si vamos a la universidad con ésta idea, todo bien, pero si vamos con la idea de "voy a hacer millones", pronto la frustración se hace presente y dado que nuestro país no es de aquellos que pagan grandes sumas por el trabajo profesional, muchos optan por abandonar.

Lo que se necesita en nuestra sociedad es gente e instituciones que ayuden a desarrollar y apoyar los talentos y capacitar a los oficios. Si quieres seguir el camino profesional, ahí tienes la universidad, pero si la universidad no tiene lo que buscas, los oficios acordes a tus talentos y gustos pueden ser una muy buena opción, incluso, un oficio combinado con los conocimientos de una carrera universitaria pueden abrir otras oportunidades de empleo y negocios.

Hay que educar a los jóvenes en las diferentes opciones posibles y asesorarlos en cómo pueden capacitarse de la mejor manera posible para aprovechar al máximo sus habilidades. Sugiero que siempre se hagan pruebas de aptitudes e intereses con psicólogos certificados o con asesores vocacionales certificados y con experiencia. No deben irse por lo primero que les digan que da dinero, porque puede ser algo que definitivamente no es para ustedes.